El Rio de las Costas de Oro - Vacaciones en el Rio Negro - Uruguay
Este relato es el total de nueve cronicas de una vacacion de 30 dias en Uruguay. Desde la Partida hasta la llegada a Buenos Aires nuevamente. Tal cual estaba en el Tomo I de pfdb perdido en el eter internetico. Navegacion, detalles, derroteros, escenas de parejas y circunstancias que nos tocaron vivir todo en un escenario maravilloso. Espero que lo disfrutes tal como lo disfrutamos nosotros sus protagonistas.
El Rio de las Costas de Oro
Parte Uno (hacia Palmira con las endorfinas)
                                                                                Pepe Fuera de Borda
Al momento de iniciar la singladura no puedo dejar de recordar que la he hecho hace 43 años atrás. Con mi padre. En una barco a motor de madera de 6 metros de eslora y 2.30 de manga. Con un motor Kermath de 20 caballos, naftero. A magneto y con instalación de 6 volts. Otros tiempos. Mi padre ha fallecido hace unos meses. Que increÃble casualidad volver hacia ese lugar.
El destino es el RÃo Negro. En el Uruguay. Una navegación mantenida como “difÃcil†y que a muchos nos asusta de solo pensarla. Se habla de piedras, bajos, restingas y escolleras. He escuchado a muchos relatar su viaje como si fuera una iniciación en una náutica oculta y hasta accesible solo a “elegidosâ€.
Y es cierto. Elegidos pues hay que tener tiempo. Para ello hemos dispuesto de todo el mes de Enero. Y podremos comprobar si esto de difÃcil es difÃcil o que tiene de oculto.
El 30 de diciembre de 2004 partimos a las 10 horas. Somos dos Grupos. En un barco Jorge( Gabbiano). En otro Silvia, Francesca y Yo (Tom Collins). Al rato aparece por VHF el otro grupo Enrique y Laura por una nave (Aldebarán) y José Luis, Silvia y sus tres hijos (Sebastián, Francisco y Julian) en la otra (El Tape)
Decido en virtud que voy adelantado a todos ingresar a ver a Marcelo en su guarderÃa Náutica. Error que pagaré caro con dos varaduras pues no hay agua para el ingreso al brazo del rÃo Lujan que me lleva a lo de Marcelo. Una lancha me ayuda y en el tercer intento logramos desvarar el barco mÃo y retomo camino.